Pinedo y el cupo femenino

Yamil Santoro

Federico Pinedo fue el primer ganador de las elecciones primarias a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tras el anuncio de Horacio Rodríguez Larreta de llevar a Diego Santilli como candidato a vicejefe de gobierno, se garantizó el acceso a la Cámara Alta. Pasada la alegría inicial me surgieron algunas dudas que motivaron la escritura de esta nota. El caso de Pinedo, o lo que pudo pasar, sirve para poner en relieve una “falla” del sistema en lo relativo a la igualdad de género. Analicemos lo que plantean las leyes y la injusticia que pudo haber pasado.

En caso de renuncia de una senadora: ¿quién corresponde que asuma? ¿El senador suplente inmediato siguiente o la próxima senadora de la lista aunque haya que saltearse a alguno?

El artículo 157 del Código Electoral Nacional establece que “Los suplentes sucederán al titular por su orden en el caso previsto por el artículo 62 de la Constitución Nacional”. Es decir: “Cuando vacase alguna plaza de senador por muerte, renuncia u otra causa.”. Pasa el que sigue en el orden de la lista, Pinedo en nuestro caso. Esto podría dar como resultado que un distrito tenga una triple representación masculina (Pinedo – Santilli – Solanas) en caso que Gabriela Michetti hubiera ganado las PASO.

Hay un interesante proyecto presentado en el 2009 (el expediente con trámite parlamentario 5065-D-09) que atiende precisamente a esta falla del sistema proponiendo que en caso de vacante femenina sea cubierta por otra mujer sin importar el orden en el que se encuentre tanto para Senadores como para Diputados.

El proyecto remite al antecedente de la Sra. Judith Forstmann. Tras la renuncia de Alicia Kirchner, surgió el debate acerca de quién debía sucederla en la banca que obtuvo el FPV en Santa Cruz. El Dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado de la Nación -12 de diciembre de 2007, Expte. OV 373/07-, agregaba: “Y en este rumbo puede verse que en la práctica la Ley 24012 plantearía una laguna jurídica que permitiría que en el caso de la provincia de Santa Cruz, ante la renuncia de Alicia Kirchner, de asumir Jorge Banisevich, ésta se quedara sin mujeres en la Cámara Alta y consecuentemente se violentara la Constitución Nacional, y tratados internacionales con la consecuente generación de responsabilidad internacional”. Paradójicamente, tras la muerte de la Senadora Forstmann se permitió que asumiera un senador hombre manteniendo el criterio preexistente.

Por suerte, en esta oportunidad Pinedo podrá asumir su banca sin quedar metido en este berenjenal legislativo. Se trata de una falla legal que debe ser subsanada para que tengamos una democracia que cumpla con los compromisos que asumió ante la igualdad de género. La participación efectiva de las mujeres en la política es un indicador de la calidad democrática, evitemos que se pierda su representación por tecnicismos o leyes deficientes.