Por: Daniel Muchnik
La historia política argentina está plagada de individualismo, caprichos y autoritarismos. Cada candidato quiere jugar solo la aventura del poder. Pero los acuerdos parlamentarios y las alianzas surgen en el horizonte como única posibilidad para gobernar.
Estas y otras fueron las conclusiones del Foro Abierto sobre Coaliciones de Gobierno que organizó el Club Político Argentino el jueves 30 de julio, en el aula magna de la Universidad Tecnológica, con la participación de especialistas, académicos y figuras destacadas de la política de la Argentina y de representantes de los países vecinos. Fue un esfuerzo logístico del Club Político para conocer historias y detalles no revelados por quienes han vivido o estudiado esos procesos. Brasileños, uruguayos y chilenos aportaron las experiencias vividas en sus territorios. Fue una jornada que se llevó toda la mañana y buena parte de la tarde.
Se escucharon voces optimistas sobre las chances de crear alianzas y también afirmaciones pesimistas de que vayan a surgir.
El foro se organizó pensando en el futuro cercano. El nuevo presidente electo en la Argentina tendrá muchos obstáculos para gobernar si no llega a consolidar acuerdos parlamentarios sólidos. De lo contrario, verá trabada la salida de leyes fundamentales en un clima de discusión que generará postergaciones.
Pero, aparentemente, salvo el radicalismo y algunos pocos dirigentes, no se reclamaron coaliciones para llegar juntos al triunfo. Se conocieron obstáculos de todo tipo, declaraciones petardistas y graves. Se mostró un excesivo narcisismo, se desmoronaron proyectos. El caso UNEN fue un ejemplo de evaporación. Y el caso de las izquierdas es triste: es un sector minoritario en los procesos electorales con muchos candidatos. Con el peligro de desperdigar votos inconvenientemente. Es decir, es una izquierda fragmentada.
Los más nombrados como los que alcanzan la meta, es decir Macri y Scioli, no quieren hablar del tema a una semana de las PASO. Macri está empecinado en ir solo y cargando con todos los riesgos. Scioli se siente apoyado por el cristinismo y La Cámpora y supone que ganará por mucho. Los sciolistas afirman que nadie lo presionará. Hay quienes dicen que el cristinismo estará siempre dándole directivas, siempre.
En el Foro del Club Político dedicado a los acuerdos políticos fundantes de cualquier coalición, la coalición representante de Uruguay explicó que, históricamente, en su país siempre hubo ánimo general para entendimientos. Esto sucedió tras la guerra entre blancos y colorados, que llegó hasta los primeros años del siglo XX. Después de ello, salvo en administraciones militares, el clima político fue de conciliación, de diálogo. Blancos y colorados llegaron a cogobernar. Y la nueva experiencia, el Frente Amplio, con todo su pasado de izquierda. Por supuesto que hay disidencias y críticas (que acosaron al expresidente José Mujica), pero la coalición permanece incólume, sin que las disidencias la hieran de gravedad.
En Chile llevó tiempo gestar el frente, pero los partidos democráticos se vieron favorecidos, porque enfrente de ellos, bien lejos pero con una imagen terrible como la de Augusto Pinochet, no había otro camino que el de la unión desde las bases. Y lo alcanzaron.
El jueves se habló sobre los enemigos. Patricia Bullrich confirmó: “Una sociedad moderna y desarrollada es incompatible con el modelo de poder del peronismo”. Es interesante recorrer los primeros movimientos de Perón y su concepción de llegar al poder y gobernar todo el tiempo que sea posible. Un libro nuevo, el de la periodista Silvia Mercado, titulado El Relato Peronista, es una descripción a fondo del líder, de las ayudas que recibió, del plan de promoción de su figura. El apoyo de la policía y de jefes militares hizo posible el triunfo en 1946.
El sociólogo y politólogo Marcos Novaro no dudó en afirmar que de llegar Macri a la presidencia se verá obligado a ampliar la alianza frágil que lo acompaña. Tendrá que ponerse de acuerdo, obligatoriamente con diputados de otras agrupaciones.