Por: Darío Epstein
Los mercados emergentes han tenido un cierre de año turbulento y nada indica que este estado de cosas no vaya a continuar en 2015.
Hemos visto el petróleo caer de 107 a 54 dólares en períodos muy cortos de tiempo y ahora buscando estabilizarse en el corto plazo cerca de 60 dólares por barril.
¿Cómo es que nadie se anticipó al aumento de oferta que supuestamente produjo esta corrección? ¿Los especialistas del mercado energético se encontraron con esta novedad de golpe? Por algún motivo que desconozco, la proyección de suba de oferta y demanda de las principales firmas de research no tenía contemplado este desfasaje y por lo tanto no estaba en los precios.
Pero la clave acá es la volatilidad, los giros para uno y otro lado que hacen los precios de commodities, acciones, títulos y monedas. A modo de ejemplo podemos citar el rublo ruso que se devaluó hasta 80 para acomodarse cerca de 60. O los bonos de PDVSA 2017, que llegaron a valer 43%; ¡recordemos que estos bonos pagan 38 dólares entre capital e interés en 2015!
Hay dos componentes en juego que actúan como dique de contención para las crisis, tal como las hemos vivido. El primero y más importante es la política monetaria ultra laxa de la Reserva Federal de EEUU. Con la enorme liquidez que ha inyectado en los mercados, nos hemos acostumbrado a disfrutar del “put” que nos ofrece Yellen ante cada problema de mercado. El enorme esfuerzo que realizaron EEUU, Japón, Inglaterra y la Eurozona para salir de la crisis 2008/9 es el justificativo para estas intervenciones en los mercados, donde la única tendencia admisible es a la suba. De este modo hemos visto la semana pasada, un mini rally en la bolsa de EEUU que, medido en puntos, ¡está entre los 5 más importantes de la historia! O Bolsas asiáticas que han oscilado un 25% en menos de una semana. Mismo Argentina, luego del intento de canje de bonos, vio caer el Bono 2024 de 97 a 90 para luego cerrar en 96.
El segundo punto favorable, donde aparece resistencia a las crisis, es la acumulación de reservas por parte de aquellos países que fueron históricamente tomadores de deuda en los mercados. Hoy, la mayoría de los mercados emergentes han aprovechado la bonanza de los precios de los commodities y han revertido su posición de tomadores netos de fondos a colocadores! Esto tiene un impacto fuerte no solo en las movidas de mercado, sino también en la confección del mapa político y los cambios estructurales de cada Nación.
Creer que con el petróleo en 60 dólares la crisis está terminada podría ser algo naif. El año 2015 nos encontrará con Rusia, Venezuela, Irán y otros, con mayores problemas en sus respectivos balance de pagos.
¿Podrá Ucrania repagar su deuda o irá a un arreglo amistoso? ¿Venezuela devaluará o buscará un acuerdo amistoso con acreedores? ¿Arreglará Argentina su frente externo y el litigio con los fondos buitre? ¿Qué pasara con Grecia? ¿Cuándo subirá las tasas EEUU. ¿Seguirá desacelerándose la economía china?
Y con un súper dólar y demanda desacelerándose, que pasará con los commodities?
¿Llegará la inflación?
Nos estamos preparando para un 2015 donde quien sepa atrapar la volatilidad a través de instrumentos de mercado, podrá recibir enormes ganancias.
¡Felices fiestas!