Por: Eliana Scialabba
Según las primeras cifras oficiales del nuevo Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la balanza comercial del 2015 fue deficitaria en 3.035 millones de dólares, tras exportar 56.752 millones e importar 59.787 millones de dólares.
La caída del 17% de las exportaciones anuales se explicó casi en su totalidad (16%) por el descenso de precios, mientras que las menores cantidades sólo representaron una caída del 1 por ciento. En tanto, en el caso de las importaciones, si bien en el año cayeron un 8%, crecieron un 5% en cantidades pero se redujeron los precios un 13 por ciento.
No obstante, el desempeño comercial del año fue muy heterogéneo por regiones, aunque la creciente globalización y la fuerte expansión de la región Asia Pacífico (compuesta por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático —Asean—, China, Corea, Japón e India en el bloque de países estimados en forma conjunta por el Indec) permitió que esta se ubicara cabeza a cabeza con el Mercosur en cuanto a destino de las exportaciones argentinas y superara al bloque sudamericano con los envíos a nuestro país.
En términos de exportaciones, el Mercosur como destino de los envíos nacionales representó el 24% del total (13.829 millones de dólares), contra el 23%, equivalente a 13.128 millones de dólares de Asia Pacífico. Este fuerte incremento de la participación asiática se debió a que, si bien las exportaciones enviadas a ese continente se incrementaron un 1%, explicado principalmente por la venta de productos primarios a China, las ventas al Mercosur se desplomaron un 26% durante 2015, debido a la fuerte contracción que está sufriendo Brasil.
En tanto, analizando la procedencia de las importaciones, Asia Pacífico representó el 28% de los envíos a Argentina (16.842 millones de dólares), frente al 23% (13.969 millones de dólares) provenientes del Mercosur. Este resultado se explicó porque las compras a los países con los que compartimos el bloque regional descendieron un 8% respecto a 2014, mientras que las importaciones de Asia aumentaron un 7%, debido, en parte, a compromisos asumidos para intercambiar materias primas por manufacturas (intermedias y finales).
Asimismo, si bien con ambos bloques el país tuvo déficit comercial, con el Mercosur fue de 140 millones de dólares y con Asia Pacífico, casi treinta veces mayor: en 2015 el rojo comercial alcanzó los 3.714 millones de dólares, lo que indica una relación mucho más asimétrica que con nuestros países vecinos.
Estas cifras sirven para ilustrar el notable avance de la región de Asia Pacífico, no sólo a nivel mundial, sino como destino de nuestros productos y proveedor de importaciones. Estos cambios en el patrón de intercambio comercial también generan la necesidad de modificar los esquemas de inserción internacional del país.
Si bien Argentina siempre ha buscado fortalecer los vínculos con los países socios del Mercosur, la relación entre los miembros parece estar desgastada hace un tiempo. A eso hay que sumarle la inestabilidad económica de Brasil, principal economía del bloque y socio comercial de Argentina. En tanto, si bien la relación con la región asiática no se encuentra tan consolidada a nivel general, durante los últimos años se ha fortalecido el vínculo con China, segunda economía del mundo.
En este escenario, es necesario analizar las potencialidades y las dificultades existentes entre el país y ambas regiones para profundizar los espacios de integración, ya que el intercambio con las dos regiones posee distintas características, lo que genera la necesidad de reforzar ambos frentes, sin descuidar ninguno.
No obstante, el país debe encontrar la forma de romper la dependencia con China, basada en el intercambio de recursos naturales por bienes manufacturados. Para eso, una de las posibilidades sería expandir las relaciones comerciales con India y los países de la Asean, para aumentar la diversificación de las exportaciones.