Por: Jorge Rizzo
El Decano de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Santiago Fayt, está sufriendo por estas horas una arremetida inconsistente, injusta y, sobre todo inmoral, por parte de aventureros que pretenden su juicio político y destitución.
A través del diputado nacional y ex-radical Carlos Raimundi, que responde al ex Intendente de Morón y hoy hombre principal en AFCA, Martín Sabatella (ambos procedentes del espacio Nuevo Encuentro que fuera absorbido desde hace algunos años por el Frente para la Victoria), se habría presentado un pedido de juicio político por “mal desempeño e inhabilidad psicofísica para ejercer el cargo” del Dr. Fayt.
Entre las acusaciones que fundamentan el pedido aparecería un voto del Dr. Fayt a favor del grupo La Nación por un juicio iniciado por la AFIP. Sostiene Raimundi que la esposa del Decano sería hermana de Julio Escribano, uno de los principales accionistas de ese grupo económico, y hace un severo cuestionamiento a la capacidad mental del mismo, a tenor de su avanzada edad.
Todos los argumentos esgrimidos por Raimundi son falaces y, detrás de su ataque por la edad del Dr. Carlos Fayt se esconde una clara e inocultable discriminación a la tercera edad y, no descarto que se trate de una bomba de humo tendiente a sacarse a si mismo del ostracismo de su paupérrima actuación legislativa en estos años.
Más allá de ello, es necesario destacar que Margarita Escribano de Fayt no tiene ningún tipo de parentesco con Julio Escribano, ni siquiera distante. Son simplemente homónimos. Prueba de ello es que, de haberlo sido, la representación letrada de la AFIP hubiera recusado con causa a Fayt cuando el expediente ingresó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cuestión que omitiera. Raimundi lo sabe o peor aún, debió saberlo antes de salir a bravuconear públicamente y a difamar al más importante jurista latinoamericano vivo.
Es llamativo que Raimundi alegue esta falsedad y no diga, por ejemplo, que en el tema de la sanción al juez federal Claudio Bonadío, el Consejero de la Magistratura y Diputado Nacional, Héctor Recalde, debió excusarse porque ese magistrado está investigando hechos de corrupción en Aerolíneas Argentinas , empresa que dirige su hijo Mariano; o que su referente Martín Sabatella (ex militante del PC) no cuestione por ancianos a sus líderes más admirados, los hermanos Fidel y Raul Castro en Cuba.
La reacción opositora, en particular de la UCR, ha sido tibia como también lo fuera la postura de este partido al tiempo de la Reforma Judicial cuando decía estar en la vereda de enfrente de aquel mamarracho jurídico, mientras armaba sus listas de candidatos con un comportamiento difuso y contradictorio, al mejor estilo del tero que grita en un lado pero pone los huevos en otro.
Hoy pareciera que también ocurre lo mismo puesto que a los K no les alcanzaría con sus propios votos para nombrar al reemplazante de Raúl Zaffaroni, por lo que “habría que negociar” con el radicalismo un acuerdo integral. Suenan para reemplazar a Fayt la Decana de la Facultad de Derecho de la UBA, Mónica Pinto, y el polifuncional Ricardo Gil Lavedra quien ya le diera algunas manos al Gobierno Nacional en la reforma del Código Civil y, en el proyecto para hacer lo propio con el Penal.
El único requisito que se puede exigir al juaz Carlos Fayt es su idoneidad y, la misma se prueba por su habitual presencia en los acuerdos de la CSJN y, esencialmente por sus fallos. Éstos podrán gustar o no, pero no cabe duda que en su lógica y, sobretodo en su coherencia, son intachables.
He conversado en estas horas con el ministro Fayt y me garantizó que no contestará los agravios y que no piensa sucumbir ante las presiones, máxime cuando son interesadas por disconformidad del Gobierno Nacional con sus sentencias.
En síntesis, Carlos Santiago Fayt, desde su silla en la Corte tratará seguir haciendo Patria, más allá de los intentos de quienes carecen de la altura moral e intelectual para desestabilizarlo.