Por: María José Lubertino
Las personas en situación de calle han sido excluidas del mandato de Mauricio Macri. En la Ciudad hay 17.000 personas viviendo bajo estas condiciones y 700.000 con emergencia habitacional. Se computa no sólo a los que viven en la calle sino también los/as que no tienen garantizado un techo digno, con acceso al agua, energía y servicios básicos.
Es importante destacar que Naciones Unidas ha hecho foco en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como lugar paradigmático en donde crece el número de viviendas que no tienen condiciones dignas para ser habitadas así como un sitio donde no hay políticas públicas al respecto. Por ejemplo, hay una partida presupuestaria destinada a urbanizar la Villa 31, y sin embargo no hay intención por parte de la actual gestión de hacerlo. Es parte de una concepción que busca la especulación y los negocios inmobiliarios en el espacio público.
Quieren titularizar el dominio para comprar a las personas humildes a un precio vil y hacer negocios con sus amigos a costa de los derechos de los ciudadanos y ciudadanas.
Por otra parte, con respecto a las personas que están en la calle, se limitan a buscarlos cuando hace frío, pero no tienen respuestas ni soluciones para cada sujeto, no es sólo darle dinero o tratar de sacarlos como si fueran un objeto o meterlos en una institución, sino que hay que ver qué problema tiene la persona, cómo es su origen, de dónde vienen, qué les pasa, qué sucedió con su familia, etcétera. Cada persona tiene que ser tratada como tal con cariño e inclusión social.
Por un lado, hay un tema de falta de ejecución del presupuesto, pero también la ciudad ha duplicado sus ingresos y disminuyó su presupuesto en materia de vivienda, lo que es un retroceso en materia de techo digno, así como en la inclusión social. Los “pobres” son tratados desde una concepción neoliberal, como los excluidos que no han llegado a progresar por su falta de esfuerzo. Una visión netamente utilitarista de la sociedad, ”ser” es ”tener” para los/as chicos/as PRO.
Estamos hablando de un gobierno que reprimió a personas con vulnerabilidad como lo hizo la Unidad de Control de Espacio Público, que reprimió a los más débiles en el Hospital Borda. No es desafortunado pensar que quisieron hacer una limpieza étnica en la vía pública. Gabriela Michetti visitó el programa de Mirtha Legrand, se le preguntó por Pechito y trató a las personas en situación de calle como patológicas.
Se hacen visibles para el PRO sólo cuando se las/os nombra en programas de TV. Esto sucedió con nuestro amigo Alejandro “Pechito” Ferreyra. Se lo llevo el SAME el día 29 de agosto en perfecto estado de salud. El 30 de agosto el BAP lo traslada al Hospital Rawson contra su voluntad y luego desparece. Los/as vecinxs pedimos un habeas corpus. El 1º de septiembre aparece golpeado y en pésimas condiciones de salud. Presentamos una denuncia por abandono de persona. El 7 de septiembre muere y no hay ninguna respuesta por parte del Gobierno de la ciudad. Tenemos que seguir luchando para que esto nunca más suceda, que se haga justicia, y que haya políticas sociales para los miles de Pechitos que padecen las mismas condiciones.