Por: Mariano Carpineti
Comienza el 2015 y la pregunta que todo el mundo se hace en la calle es que pasara con el fin de las cláusulas RUFO (Rights Upon Future Offers), que impedía al Gobierno Nacional mejorar ofertas a sus acreedores respecto a las que accedieron quienes aceptaron los canjes de previos.
Revisando el pasado, encontramos que los tan afamados fondos buitres se presentaron en el juzgado del juez Thomas Griesa con la finalidad de que este reconozca (según la jurisdicción de la deuda emitida) la deuda que la República Argentina con estos fondos y así obligar al país a pagarle el 100 % de la deuda o al menos intimar al mismo a mejorar la oferta hecha en el canje de 2005 y 2010.
El 30 de julio pasado, el juez falló a favor de éstos y como era predecible, obligó a la Argentina a sentarse a negociar para llegar al pago de u$s 1.330 millones en efectivo.
Pero esto era impracticable para el país por la clausula RUFO que obligaba a la Argentina “igual tratamiento de acreedores (pari passu)”. De haber negociado en su momento, y de mejorar la oferta de los canjes realizados con anterioridad la deuda total ascendería a u$s 10.000 millones.
Con la llegada del nuevo año y con la caída de las Rights Upon Future Offers (RUFO) el interrogante es, qué pasará de ahora en más.
A la hora de evaluar el futuro, el interrogante principal es si el gobierno se sentará con los holdouts para negociar y finalizar así el conflicto. Muchos medios especializados y especialistas en el tema aseguran que durante el mes de enero de 2015 el gobierno empezaría a negociar con los diferentes fondos con la idea de pagar y cerrar el tema. Muchos especialistas incluso auguran que el proceso no va ser inmediato y que incluso los anuncios de un acuerdo podrían llegar para el segundo semestre.
Pero la pregunta del millón es, ¿este Gobierno Argentino necesita negociar con los fondos buitres o esperará y dejará el tema como herencia para el próximo gobierno? La pregunta parece responderse desde una sola perspectiva y ésta es la realidad económica de la Argentina.
A lo largo de los últimos meses, se hace cada vez más evidente que el país necesita dólares que le permita relajar los controles a las exportaciones de insumo para la industria, dólares para disminuir los controles en el mercado cambiario y dólares que ayuden restablecer el nivel de reservas internacionales.
Así, el fin del problema de los fondos buitres habilitaría a la Argentina para salir a colocar deuda en el exterior que le permita al equipo económico normalizar la economía y volver a retomar el camino del crecimiento económico.
Al mismo tiempo, se empezaron a ver ciertos movimientos de los holdouts, hacia finales de diciembre, tendientes a organizarse de cara a una posible negociación con el Gobierno argentino. Avanzaron en la unificación de causas por u$s 4.400 millones adicionales a la sentencia que ya tienen a su favor por unos u$s 1.700 millones. Esto se trata de la unificación de diferentes causas que hasta ahora no habían entrado en el fallo original.
Sin embargo, aun no hay nada definido y el “tono confrontativo” del gobierno podría llevarnos nuevamente a cero. Habrá que esperar las novedades que vayan surgiendo en el transcurso del mes de enero de 2015 para ver cómo evoluciona el tema. Todo hace pensar, ya sea desde la necesidad del gobierno por conseguir dólares o por los movimientos que los fondos están realizando, que la negociación se va a llevar a cabo y que podría en los próximos meses llegar a su fin un conflicto que al día de hoy lleva 196 días y no hace mas que generar incertidumbre acerca del futuro económico del país.