Por: Mariano Carpineti
Luego del debate y a horas de las elecciones que definirán el próximo Presidente, podemos encontrar diferencias importantes entre los modelos planteados por ambos candidatos. En dicho debate todos los temas en materia económica giraban entorno al cepo cambiario, el tipo de cambio, el nivel de reservas, el nivel de inflación futuro y la continuidad o no de los subsidios de los servicios públicos. Ahora, ¿nadie piensa en las expectativas?
Las expectativas en materia económica son prácticamente todo. La percepción que tienen los agentes económicos sobre el futuro es esencial, más que el propio plan económico en sí. En los papeles, se puede tener el mejor plan económico posible, armado por los mejores economistas, pero si las expectativas no son las correctas, nada es posible.
Ambos candidatos sostienen y plantean ideas distintas. Si miramos el mercado cambiario, por ejemplo, el candidato oficialista afirma que es posible un tipo de cambio en el entorno de los 10 pesos, mientras que, por el otro lado, desde la oposición se plantea un tipo de cambio mayor. Los diferentes economistas de la oposición proponen un tipo de cambio cercano a los 14 pesos por dólares.
Scioli sostiene que con un dólar a 10 pesos y con medidas económicas adecuadas y desarrollistas se puede volver a la senda del crecimiento económico. Ahora, esto parece algo que el mercado ya no cree real, dado que la expectativa de los agentes económicos es que el próximo Gobierno corrija el tipo de cambio para devolverle a la economía la competitividad que necesita. De hecho, hoy los mercados consideran que el tipo de cambio debe estar en el entorno del blue.
Por el otro lado, el manejo de las expectativas no es mejor. El tipo de cambio planteado por la oposición es del entorno de los 14 pesos por dólar, pero el hecho de que se divulgue una meta cambiaria genera expectativa y ajuste de precios por adelantado. Cabe recordar que cualquier corrección del tipo de cambio siempre viene acompañada por un incremento en los precios de la economía, lo que como círculo virtuoso lleva de nuevo a otro ajuste. Con esto, el adelanto del tipo de cambio antes de tomar la medida no hace más que provocar que los precios se ajusten por adelantado.
En conclusión, ¿son anuncios de campaña y nada tienen que ver con el futuro de la economía? ¿O no se tienen en cuenta las expectativas que cada anuncio tiene?
Cabe esperar que sólo sean anuncios de campaña. Déjenme soñar con que este es el juego, porque si vamos a confeccionar medidas económicas sin tener en cuenta el impacto de las expectativas, el futuro económico va a estar lleno de baches y siempre vamos a correr la pelota desde atrás, sin poder cortar el círculo virtuoso de ajuste, incremento de precios, ajuste, etcétera.
Lograr un shock de expectativas positivas sobre los agentes económicos que acompañe al plan económico es la clave para los próximos 180 días. De lograr este shock, el próximo Presidente, sea del partido que sea, podrá volver rápidamente a la senda del crecimiento económico y alcanzar un nivel de crecimiento estable.
Sin lograr este shock de expectativas, atrás pueden quedar las discusiones sobre el tipo de cambio, la inflación, el nivel de las reservas y el tipo de país que queremos. Sin él, no va a pasar más que correr la pelota desde atrás y ya es hora de frenar la pelota.