Por: Ruben Ullúa
A pocos días de cerrar el mes de enero, el precio de la soja sufre otro traspié y desde los máximos conseguidos hacia finales del mes de noviembre en torno a los 400 dólares por tonelada en el mercado de Chicago, la oleaginosa ha perdido ya unos 40-45 dólares para regresar hacia instancias de 360-355 dólares por tonelada.
El clima favorable para el cultivo en Sudamérica, que asegura una súper cosecha cercana a los 150 millones de toneladas entre Brasil y Argentina, al igual que la menor demanda por parte de China, serían factores principales que estarían presionando el precio del commodity a la baja en estos últimos meses y ya varios analistas se inclinan por esperar una agudización de esta tendencia en la medida que nos acerquemos al momento de la cosecha hacia marzo-abril próximo.
A pesar de ello, desde una perspectiva técnica, las condiciones son algo más alentadoras. En efecto, entendemos esta baja del commodity como un movimiento de carácter correctivo al avance previo desarrollado entre octubre y noviembre pasado.
A los mínimos alcanzados en las últimas jornadas de 355-345 dólares por tonelada para el contrato con vencimiento marzo 2015 de Chicago, la baja de soja alcanza un importante soporte y por ello creemos posible que en la medida que los precios se sostengan por encima de esta zona, podrían aparecer nuevas fuerzas compradoras, que impulsen la recuperación del precio y lo lleven al menos de regreso hacia la zona de 375-382 dólares por tonelada. Más tarde un quiebre alcista de esos valores serán necesarios para la liberación de avances más importantes, al menos buscando regresar hacia los máximos de recuperación conseguidos en noviembre pasado en torno a los 400 dólares por tonelada.
Si bien para el análisis técnico los factores fundamentales no son considerados para el desarrollo analítico, sí es verdad que al tratarse de productos estacionales, se espera que estando nosotros en pleno desarrollo de ciclo productivo, exista mayor presión vendedora que en el mercado que se encuentra en contra-estación. Es decir, que del mismo modo que una mayor debilidad del precio de la oleaginosa en el mercado de Chicago podría potenciar la baja de la soja en la plaza local, también es de esperar que si nuestra lectura alcista es correcta y en Chicago la soja comienza a recuperar posiciones, entonces en la plaza local es de esperar que el avance pueda estar más contenido.
En este sentido, aún cuando somos optimistas para el commodity hacia las próximas semanas y los próximos dos meses al menos, también creemos que desde lo operativo la especulación por buscar un precio de cobertura para la nueva cosecha debe ser limitada.
Actualmente el precio del commodity en vista a nuestra cosecha, es decir para el contrato de futuro con vencimiento mayo 2015, es de 238-240 dólares por tonelada, tras conseguir su máximo nivel de recuperación en los 260 dólares hacia finales del mes de noviembre pasado. Nuestra confianza se inclina por considerar que mientras los precios se sostengan por encima de los 235-230 dólares, este podría recuperar posiciones en el mercado de Chicago, pudiendo alentar también una recuperación para el precio de este contrato en la plaza local y al menos pueda regresar hacia las próximas semanas hacia la zona de 255-260 dólares por tonelada.
¿Es posible pensar en una recuperación del precio de este contrato que acceda por encima de la zona de 255-260 dólares?
Desde nuestras expectativas técnicas debemos decir que dicho movimiento resulta factible en la medida que la zona de contención y soporte de 235-230 dólares no sea quebrada ante nuevas debilidades. También es cierto que para que pueda desarrollarse un movimiento de avance de tal característica, es decir que potencie una recuperación del precio en más de 20 dólares hacia las próximas semanas y ya en cercanía de nuestra cosecha, será necesario tener detonantes alcistas que apoyen el movimiento e incentiven el ingreso de fondos especulativos al mercado.
Con las bajas de las últimas semanas, los fondos especulativos han potenciado las ventas y han pasado de estar en posiciones netas compradoras a posiciones netas vendedoras. Sin embargo, lo interesante es que en ese proceso vendedor de los especuladores, el sector comercial ha aprovechado la baja de precios para potenciar las compras, incluso incrementando el interés abierto (cantidad de contratos abiertos), con lo cual es una clara muestra que el sector comercial ya ve el precio del commodity en una zona base o de piso y por ello aprovecha la caída de precio para stockear el grano, a la espera de una recuperación del precio hacia las próximas semanas e incluso los próximos meses.
Vale también destacar que más allá de las pérdidas que sufriera el commodity entre mayo y octubre del pasado año, tras alcanzar un piso en los 330 dólares hacia comienzos de octubre último y comenzar a recuperar posiciones, ha sabido defenderse de muchos factores bajistas que podrían haber potenciado las pérdidas. Entre esos factores bajistas destacamos la súper cosecha en Estados Unidos, las expectativas de súper cosecha en Sudamérica, la fuerte baja del precio del petróleo y el fuerte avance del dólar contra los principales cruces mundiales. A pesar de todos estos factores que podrían haber impulsado la debilidad del commodity, por el contrario, este ha logrado sostenerse por encima de los mínimos de octubre pasado y ello es una clara señal de fortaleza y consolida las expectativas de piso y posibilidades de recuperación para este mercado. Veremos.