Pensar en pesos y no en dólares

Ruben Ullúa

Cumplida una semana del levantamiento del cepo, quizás contra muchos de los pronósticos planteados por diferentes economistas, el dólar terminó debilitándose cerca de un 8% frente al peso argentino. Ello si tomamos en consideración el último valor de dólar operado por contado con liquidación el día de apertura del cepo, en torno a los 14,25 pesos.

En los últimos días se han publicado varios artículos en los diferentes medios explicando los motivos por los cuales el dólar baja, lo que es lo mismo que decir que el peso argentino se aprecia. Sin embargo, como es característico en nuestras columnas, no buscaremos dar explicaciones sobre lo sucedido, sino inferir lo que pueda pasar con el precio del dólar en las próximas semanas y eventualmente en los próximos meses.

En primera instancia debemos aclarar que la única forma que teníamos previo a la apertura del cepo para poder analizar y proyectar algún comportamiento probable para el valor del dólar era dando seguimiento al valor del contado con liquidación principalmente, dado que era allí donde se negociaba el mayor volumen del mercado. Por tal motivo, tras la apertura del cepo, tomaremos la base de cotización histórica del contado con liquidación y lo juntaremos con el nuevo valor referente de dólar, que será el que cotiza a nivel mayorista.

Con estos parámetros de cotización, en la última semana, el precio del dólar pasó de niveles de 14,25 pesos a niveles actuales de 13,15 pesos, ello tras haber testeado a comienzos de la semana niveles de 12,8-12,7 pesos. Sin embargo, la baja es aún mayor si unimos bases del contado con liquidación y tomamos los máximos de 15,25 pesos alcanzados el 10 de diciembre pasado.

Esta caída en curso del dólar frente al peso argentino ha sido muy bien contenida hasta el momento por la zona de mínimo alcanzada de 12,8-12,5 pesos. Creemos que en la medida en que los precios se sostengan por encima de esa franja operativa, el dólar podría recuperar parcialmente posiciones hacia las próximas sesiones y así regresar hacia instancias de 13,7 pesos e incluso hacia niveles de 14-14,3 pesos.

Ahora bien, a pesar de esta recuperación posible en el precio del dólar desde las instancias actuales, vale aclarar que por el momento no observamos un movimiento de suba que sea superior a esa zona de 14,3-14,5 pesos, siempre tomando como referencia el valor mayorista. Por el contrario, creemos que una vez practicada esa recuperación parcial, el dólar nuevamente podría retomar la senda bajista hacia los próximos meses y quizás asentarse en instancias de 13-12,5 pesos.

Insistimos con lo propuesto ya desde columnas de opinión previas, creemos que más allá de la fiebre del dólar que se vivió previo a la apertura del cepo, el argentino medio y con poder de ahorro se encuentra capitalizado en dólares, con lo cual hoy es poco probable pensar en nuevas corridas a favor del dólar. Por el contrario, creemos que esta tendencia bajista de la moneda estadounidense es la muestra de una tendencia que podría sostenerse hacia los próximos meses y, a diferencia de lo que pensaban muchos de cómo haría el Gobierno para sostener una eventual ola compradora de dólar, nosotros sostenemos que el principal trabajo que tendrá el Banco Central hacia los próximos meses será contener la ola vendedora en la divisa y así no volver a perder competitividad en la región.

Actualmente, sólo en caso de que tengamos escaladas alcistas del dólar mayorista por encima de la franja de 14,5 pesos nuestra visión de fortalecimiento del peso argentino hacia los próximos meses quedaría comprometida. En tal caso sí, deberemos considerar las chances de un regreso en la cotización hacia niveles de 15-15,3 pesos o bien buscando precios superiores; evento que creemos que sólo sería posible en el corto plazo en caso de que veamos mayores escaladas alcistas de la moneda estadunidense en la región, como por ejemplo ver una subida de real brasilero por encima de la zona de 4,2-4,3 reales por dólar.

En relación con lo propuesto, nos animamos a decir que los argentinos deberemos cambiar el chip y dejar de pensar en dólares hacia los próximos meses al menos, para comenzar a pensar en pesos. ¿Será posible? Creemos que las condiciones actuales ameritan hacer el intento.