Por: Ruben Ullúa
Como es de público conocimiento, Brasil sufre una importante crisis que no sólo se limita al ámbito económico y social, sino también al ámbito político. Si bien este contexto que vive Brasil puede ser considerado para un inversor novato como un riesgo de inversión, por el contrario, muchos inversores profesionales comienzan a observar al mercado de Brasil con cierto atractivo para comenzar el proceso de acumulación de posiciones.
En efecto, como ya lo hemos mencionado en otras oportunidades desde esta misma columna, la bolsa de Brasil había logrado su mayor esplendor hacia los años 2008-2010, cuando el índice Ibovespa alcanzaba registros históricos en términos de reales y en términos de dólares, los índices de confianza al Gobierno eran realmente elevados, llegaban capitales de todo el mundo y su preocupación era la apreciación de su moneda. Al mismo tiempo, las calificadoras de riesgo le otorgaban grado de inversión y así Brasil pasaba a estar entre los países más seguros para invertir en el mundo.
Sin embargo, hoy las condiciones son muy diferentes. Desde los máximos históricos conseguidos por la bolsa de Brasil en el año 2010, esta ha perdido un 50% en términos de reales y cerca del 80% en términos de dólares. Los problemas económicos van en ascenso, al punto que, según publica la empresa Ibope en Brasil, casi la mitad de los brasileros considera que en el 2016 la economía del país estará peor, cuando en el año 2015 sólo el 25% esperaba esto mismo. Desde el punto de vista político, la presidente Dilma Rousseff ha perdido mucha popularidad y está a punto de que se le declare el juicio político, mientras que Ibope nos muestra en otra de sus encuestas que ocho de cada diez personas consideran que el país va en un rumbo equivocado.
Por el lado de las calificadoras de riesgo internacional, estas les han quitado su grado de inversión y el riesgo país de Brasil, luego de mucho tiempo, es superior al de Argentina.
Seguramente muchos lectores pensarán que en un contexto tan complicado como el que vive hoy Brasil puede ser riesgoso invertir, sin embargo lo interesante que tienen los mercados es que mientras muchos piensan esto, hay otro tanto que allí ve oportunidades. En efecto, la pregunta que debe hacerse el lector básicamente es qué tanto de lo que está pasando hoy en Brasil no se encuentra ya descontado en los precios.
En este sentido, desde nuestra lectura analítica creemos que la mayoría de las cosas que hoy pasan en el país vecino se encuentran ya en los precios. En efecto, recordemos que las variaciones positivas o negativas que sufren los mercados financieros van relacionadas principalmente por las expectativas subjetivas futura de los participantes, con lo cual es altamente probable que mucho de los indicadores negativos que se reflejan en la economía de Brasil ya se encuentre descontado en los precios con las bajas de los últimos años e incluso de los últimos meses. Por este motivo, hay una porción de participantes, habitualmente los más profesionales y de mayor experiencia, que consideran que el mercado de Brasil se encuentra ya en instancias de piso y si bien no cuentan quizás con mayores argumentos para justificar el posicionamiento, básicamente lo que comienzan a detectar es valor. Este es el puntapié inicial para comenzar el proceso de acumulación de posiciones, las cuales obviamente no buscan retornos a corto plazo, sino armar base, con precios bajos, esperando una recuperación de los precios hacia los próximos meses, o bien a un año vista.
Vale destacar que el último bear market (mercado bajista) de importancia que sufrió Brasil fue entre el año 1997 y el año 2002; en dicha oportunidad la baja del mercado llegó a ser del 83% en términos de dólares y el piso se logró también en medio de mucha incertidumbre económica, social y política. Como advertimos antes, en esta oportunidad, la baja del mercado ha llegado a ser del 80% en términos de dólares en los últimos cinco años y el contexto de negativismo es de igual importancia, con lo cual el patrón comportamiento es bastante similar en términos de magnitud y de tiempo.
Es verdad que aún no contamos con las condiciones técnicas necesarias para confirmar que un piso de importancia haya sido ya visto para este mercado y, por consiguiente, se encuentre en fuerza un movimiento de recuperación mayor hacia adelante, sin embargo sí debemos decir que las condiciones de piso están cumplidas y por este motivo debemos estar muy atentos.
Hacia finales del próximo mes de marzo, diputados de Brasil decidirán sobre el juicio político a Dilma Rousseff y el mercado entiende que este puede ser un detonante importante para rehabilitar la confianza de los inversores internacionales. Recordemos lo expresado en la columna de agosto del pasado año Déjà vu brasileño, donde advertimos en dicha oportunidad sobre lo ocurrido con el mercado tras el juicio político que en el año 1992 recibiera Fernando Collor de Mello. En este sentido y dado que las condiciones de pisos para el mercado están dadas, ¿será que estamos en una situación similar? Veremos, aunque es de esperar que el mercado intente anticipar una respuesta en su accionar de las próximas semanas.