Por: Ruben Ullúa
En nuestra columna de opinión y análisis de la semana pasada, que dimos en llamar “Brasil, entre crisis real y emocional”, advertíamos cómo la baja del mercado bursátil brasilero, que diera inicio en el año 2010, y el avance del dólar frente al real desde entonces habían generado un claro cambio de humor, no solo en el mundo inversor, sino que el negativismo también había llegado a las calles.
Lo sucedido este fin de semana en muchas ciudades de Brasil, con marchas masivas de la población, con carteles de “Fora Dilma!” que invadían las calles, pidiendo además el juicio político a la presidente, debido no solo a la situación de crisis que vive el país, sino también al escándalo de corrupción de Petrobras, nos obliga a preguntarnos: ¿Se podrían acelerar los pasos de una renuncia o salida de Dilma Rousseff del Gobierno de Brasil?
Nadie discute que el pueblo latinoamericano necesita asegurar la gobernabilidad de aquellas personas que fueron elegidas de manera legítima en las urnas. Sin embargo, cuando la presión y el reclamo del pueblo se hacen cada vez mayores y el presidente de turno no cuenta con apoyo, también es posible pensar que su gobernabilidad se encuentra en jaque.
Vale recordar que esto ya ha sucedido en Brasil hacia comienzos de la década del noventa con Fernando Collor de Mello. En efecto, el 15 de marzo de 1990, Fernando Collor de Mello fue electo nuevo presidente del Brasil, tras 26 años de Gobiernos militares o no democráticos, y justamente en esa elección logró ganarle en segunda vuelta a Luíz Inácio da Silva, siendo su principal mensaje el de combatir la inflación y acusando a los burócratas de ser corruptos y de cobrar elevados sueldos.
Al iniciar su Gobierno presentó el Plan Mello, que permitió por algunos meses controlar los índices inflacionarios, aunque luego estos volvieron a dispararse hacia el año 1991. Sin embargo, llegado el año 1992, comenzaron las acusaciones de corrupción contra varios colaboradores del presidente, incluso se encontraban involucrados la primera mandataria, su esposa y el monopolio estatal Petrobras, por ciertas operaciones irregulares. Fue así como una comisión parlamentaria decidió iniciar en la Cámara de Diputados un enjuiciamiento contra el presidente por complicidad de corrupción, tráfico de influencias y extorsión a empresarios.
Con todo lo mencionado, no tardaron en trasladarse las protestas populares a las calles exigiendo la salida de Fernando Collor de Mello de la Presidencia, evento que sucedería en diciembre de 1992; quedó a cargo del Gobierno el vicepresidente Itamar Franco, que gobernó hasta el año 1994.
La pregunta que surge entonces: ¿Cómo se encontraba el mercado en medio de ese contexto de crisis? Y por otra parte, ¿qué pasó con el mercado tras la renuncia de Fernando Collor de Mello a la Presidencia del Brasil?
Hacia finales de los noventa, meses más tarde de la asunción de Collor de Mello la Presidencia, el índice Bovespa comenzó un proceso de recuperación muy importante, que se extendió durante el año 1991 y hasta abril del año 1992. Sin embargo, cuando comenzaron a conocerse los escándalos de corrupción, el mercado ingresó en una fase de caída y corrección, llegando a perder un 63 % en términos de dólares cuando Fernando Collor de Melo fue destituido.
Hoy, veintitrés años más tarde, pareciera que la historia vuelve a repetirse. Como ya advertimos en otras oportunidades, los hechos de corrupción que se dieron a conocer los últimos meses en Petrobras han manchado la imagen de la presidente Dilma Rousseff y su popularidad ha caído abruptamente. Es así como este pasado fin de semana una vez más, como espejo de lo ocurrido en el año 1990 durante la Presidencia de Collor de Mello con carteles que decían “Fora Collor!”, la gente ha salido a las calles y en esta oportunidad la frase que se repetía en los carteles era “Fora Dilma!”.
Resulta interesante observar el comportamiento del mercado de Brasil, que si bien a diferencia de lo ocurrido en la destitución de Collor de Melo, en esta oportunidad la baja se inicia mucho tiempo antes, la magnitud en términos de dólares ha sido a la fecha muy similar a la que se diera en 1992. Hoy el índice Bovespa ha perdido ya un 66 % y si bien las imágenes de protesta social masiva vuelven a repetirse, aún no sabemos si el final será el mismo, aunque todo indicaría que el camino está allanado para que así ocurra.
Sin embargo, ¿qué pasó con el mercado tras la destitución de Fernando Collor de Mello a la Presidencia del Brasil?
Este es quizás el dato más relevante que busca todo inversor. Dado el contexto de crisis y devaluación que presenta actualmente Brasil, no son muchos los que se animan a ver este mercado como una oportunidad y sin embargo, al repasar la historia, puede que estas condiciones cambien.
En efecto, es interesante observar cuál ha sido la respuesta que ha tenido el mercado bursátil de Brasil tras la destitución y la salida del Gobierno en 1992 de Fernando Collor de Mello, ya que este un año y medio más tarde ha crecido ni más ni menos que un 470 % en términos de dólares.
¿Será entonces que si la historia se repite en Brasil, nos encontremos actualmente frente a una gran oportunidad de inversión para este mercado, en vista a los próximos años?
Nuestra respuesta es que sí. Como mencionamos en nuestra nota de la semana pasada, quizás solo reste esperar el detonante final, sin embargo, no tenemos dudas e insistimos en que es en este mercado donde deberíamos centrar nuestra atención.