Vamos a cerrar 6-7-8

Yamil Santoro

Vamos a cerrar la canilla de recursos públicos, es decir la fuga de impuestos que todos pagamos, al programa partidario 6-7-8 que se emite por Canal 7. Por la escasa audiencia que tiene es un programa antieconómico, un pésimo negocio, que goza de unos grandes financistas: nosotros.

Sin embargo, no son respetuosos de quienes lo financian. 6-7-8 es asimilable a un perro malo que muerde a su dueño, si consideramos que se trata de un programa en un canal público que se hace a pedido y pagado por el Estado en beneficio de todos. En realidad se trata de un programa partidario ocupando un espacio regalado en la TV Pública cuya estructura se financia con nuestros impuestos y sólo promueve a un sector.

El usurpamiento y la desnaturalización del medio público no es una lectura caprichosa de mi parte, surge de revisar la agenda del programa. En miras a las PASO, durante los últimos 20 días, han promovido a los candidatos kirchneristas y a sus voceros: Juan Cabandié, Héctor Recalde, Filmus, Di Tullio e Insaurralde entre otros han sido invitados haciendo campaña, contando sus ideas y atacando a la oposición.

El ataque sistemático a los opositores debe entenderse como campaña política. Ésta se evidencia en algunos de los hashtags (ideas fuerza en Twitter) como los siguientes: #OpoNoResisteArchivo678, #OPONoResisteUrnas, #678RejunteOpositor, #678LaOPOrtunista, #678ElRejunteDeLaOpo, que reflejan el contenido de dichas emisiones.

6-7-8 representa aquello que ha vuelto débil al kirchnerismo y le ha destruido el cerebro: su incapacidad de incorporar a lo diferente como algo enriquecedor. Casualmente, en la reciente película Guerra Mundial Z -que consiste en una lucha épica entre hombres y zombies (sin chicanas para los kirchneristas)- en un momento un general de la Mossad plantea la regla del décimo hombre. Ésta sostiene que si en un grupo de 10 hombres todos coinciden, el décimo está obligado a asumir que los otros 9 están equivocados y debe hacer todo lo posible para  probar el error. Explica que esa fórmula es lo que permite la subsistencia de la sociedad, en tanto evita que una equivocación de la mayoría derive en una aniquilación de toda la comunidad.

Esta sana posición de darle un lugar a lo diferente, a la crítica, a la oposición, es lo que al kirchnerismo le falta. Encima abusa de recursos públicos para atacarla mientras que promueve lo que les conviene.

Trabajaremos para cerrar 678 y toda otra expresión fascista de este Gobierno. Les cortaremos el financiamiento público e impulsaremos las medidas jurídicas para que el dinero que estos sujetos se han llevado de nuestros impuestos sean debidamente reintegrados al Fisco. Haremos que los verdaderos contratantes, los jerarcas del kirchnerismo, paguen la cuenta del programa y el espacio que han usurpado ilegítimamente para su promoción personal y partidaria.

Los desafiamos a debatir y a escuchar nuestras propuestas en vez de decir “#678OpoSinPropuestas” sin darnos espacio. Iremos a decirles en la cara por qué hay que dejar de financiarlos. También, desafiamos a los candidatos del kirchnerismo a dar un debate público. Y, por supuesto, invitamos al resto de las fuerzas políticas a sumarse.

Para 6-7-8 quitarle el micrófono a la oposición y dejarla en silencio es salud.