Por: Daniel Lipovetzky
No se trata de análisis que se haya podido leer en ningún medio, pero lo cierto que a la encuesta de Management &Fit que publicó Infobae en estos días, deben sumarse algunos datos de la realidad que resultan determinantes y que implican algo más que un sondeo. El PRO se impuso en dos elecciones consecutivas con solamente dos días de diferencia, y en espacios electorales completamente diferentes.
El domingo último se votó en el departamento cordobés de Marcos Juárez, y nuestro espacio, que conduce Mauricio Macri, se impuso por primera vez en una intendencia alejada de la Ciudad de Buenos Aires, en una provincia gobernada por el sector justicialista cercano a Sergio Massa, y considerando que tal sector tiene un aceitado aparato partidario fruto de nada menos que cinco períodos consecutivos conduciendo el estado provincial. Aun así, en alianza con el radicalismo, a 650 kilómetros de nuestra Ciudad, el PRO ganó la intendencia.
Se trató además de una elección con las particularidades de un comicio municipal, de esos que requieren un trabajo territorial mano a mano con el vecino por parte del candidato y sus seguidores locales. La gran gestión de Macri genera por cierto una expectativa extraordinaria, pero queda claro que el Jefe de Gobierno porteño logró que su impronta comience a ser reconocida en otros dirigentes, en otros puntos del país, condición esencial para la influencia política del PRO en todo el país.
Solamente dos días después, el martes 9 de septiembre, nuestro espacio consiguió imponerse en la elección para el representante del estamento de los abogados en el Consejo de la Magistratura de la Nación, por la Capital Federal. Un proceso electoral totalmente diferente, esta vez sí en territorio porteño, pero no una elección general sino estamentaria, propia de un segmento profesional que a su vez representa con bastante precisión un sector social de clase media: los abogados, unos cien mil en esta Ciudad. Aliado con el oficialismo del Colegio Público que conduce Jorge Rizzo, se consiguió derrotar al radicalismo, en este caso curiosamente apoyado por sectores kirchneristas.
Es cierto, en ambas elecciones nuestro espacio participó en alianza con otros. Ahora bien, sea por la expansión territorial en un caso o sectorial en otro, de la influencia en el electorado de la propuesta del PRO; o por la capacidad que el macrismo ha desarrollado para generar alianzas ganadoras, ambas elecciones terminaron en una victoria. Y las dos capacidades mencionadas, es decir, que nuestras ideas se expandan por todo el territorio nacional, y la generación de alianzas exitosas, son las condiciones elementales para justificar con hechos, el crecimiento exponencial de Macri en las encuestas como candidato presidencial.
El PRO ha ganado en Marcos Juárez aliado con la UCR, pero a su vez, ha derrotado a la misma UCR en la elección para el Consejo de la Magistratura, aliado a otra fuerza estrictamente profesional como es Gente de Derecho, lo que demuestra además que no depende de una alianza específica y monolítica con tal o cual, sino de la transmisión adecuada de nuestra idea de país y de la capacidad estratégica para definir la alianza adecuada.
A veces la vorágine de información nos impide analizar el contexto con más profundidad. Pero la encuesta difundida por Infobae, y los dos triunfos electorales consecutivos en solamente dos días, en espacios sociales y territoriales absolutamente distintos, tienen una sola lectura que conduce a un único punto: el PRO ha conseguido hacer llegar su mensaje a la gente, y Mauricio Macri crece a pasos agigantados con rumbo a 2015.