Por: Manuel Socías
En la política, como en la vida, hay que elegir, y el macrismo ya eligió. A diferencia de las otras opciones electorales opositoras, que hacen piruetas para no definirse, el PRO no se esconde. Cada una de sus decisiones de gestión son una muestra fiel del proyecto que tienen para la Argentina. Su buen marketing sólo embellece un rumbo muy claro, indisimulable. En ese marco, en los últimos meses, eligió recortar casi 50 millones de pesos de programas sociales para destinarlos a exposiciones inmobiliarias, a propaganda política partidaria y al acondicionamiento del zoológico.
En síntesis, del mejoramiento del Riachuelo a una exposición inmobiliaria; de los hospitales públicos a la publicidad; del mejoramiento de villas a la puerta del zoológico. Ese es el camino elegido por el macrismo. Ese es su proyecto. Hay que reconocerles una claridad prístina en sus preferencias.
Distintos informes de La Fábrica Porteña, usina programática del espacio político que lidera Carlos Tomada, han echado luz sobre el descontrol presupuestario del gobierno de la Ciudad en el que conviven crónicas subjecuciones de obras de infraestructura (sobre todo en escuelas, hospitales y obras hídricas) con modificaciones presupuestarias que transfieren millonadas siempre a favor de los sectores más favorecidos. Un análisis de lo realizado en los últimos dos meses basta como botón de muestra.
Primero, el gobierno porteño recortó casi tres millones de pesos de los programas para rehabilitación urbana del Riachuelo y la zona sur de la Ciudad y derivó la mayor parte de esos fondos a un Road Show en la comuna 12. Ese monto estaba originalmente destinado a mejorar el espacio público, las luminarias, el mobiliario urbano, es decir, a la revitalización de la zona sur. Así había sido aprobado por la Legislatura en el presupuesto. En cambio, casi dos millones de esa partida serán ahora destinados de forma unilateral y arbitraria al “montaje de un centro de exposición y a tareas de difusión” en Villa Urquiza en el marco de un negocio inmobiliario.
Unas semanas después, mediante la resolución 582/13 del Ministerio de Hacienda se reasignaron 40 millones de pesos destinados a hospitales y a programas de desarrollo social para financiar la publicidad y la propaganda del macrismo. Estos millones se suman a los más de 350 millones ya asignados en el presupuesto. Es decir, que en medio de la campaña el macrismo aumentó más de 10% el dinero destinado a propaganda.
Debido a la resolución mencionada hay 20 millones menos para salud, 5 millones menos para la Subsecretaría de la Tercera Edad, 7 millones menos para Dirección General de Niñez y Adolescencia, y otros tantos menos para desarrollo social: todo eso fue destinado a los famosos carteles amarillos con los que el gobierno porteño empapela la Ciudad.
A todo esto se le suma lo realizado hace apenas unos días. A partir de una nueva decisión administrativa se reasignaron partidas presupuestarias originalmente destinadas a programas sociales y se las transfirió a la puesta en valor y remodelación del acceso por Plaza Italia al jardín zoológico. En total son cinco millones de pesos. De esos la mitad provienen del Programa Mejoramiento de Villas, los demás de programas diversos dentro de los cuales se encuentran inclusión social e integración de personas con discapacidad.
El kirchnerismo propone un modelo opuesto. Elige soñar con una Ciudad de Buenos Aires a tono con el modelo de país en marcha desde 2003. Aquel proyecto que Néstor y Cristina eligieron para transformar, incluir, y mejorar la vida de los más humildes.