Por: Ruben Ullúa
Tras la fuerte recuperación del precio de la soja entre mayo y julio pasado, desde niveles mínimos de 338 dólares por tonelada hasta niveles máximos de 384 dólares, se originó la reversión bajista de los últimos meses que ha llevado la cotización hacia nuevos mínimos de 320-319 dólares. Esto profundizó todo el bear market de la soja que diera inicio en el año 2012 en valores históricos de 657 dólares por tonelada.
Si bien, desde una perspectiva fundamental, las expectativas de nueva súper cosecha en Estados Unidos, la debilidad del mercado chino y una posible subida en los próximos meses del tipo de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos continúan ejerciendo presión vendedora en el mercado; por otra parte, desde una perspectiva técnica, se aprecia un mercado con una tendencia bajista ya bastante saturada y por ello se sugiere elevar el nivel de atención.
En efecto, la zona de mínimo en torno a los 320-300 dólares ha sabido contener con firmeza la caída de precio y esto no sólo se ha apreciado para el contrato con vencimiento noviembre 2015, sino también para el resto de los contratos corrientes a un año. Es decir, al observar los mínimos testeados en la baja en los diferentes vencimientos, hasta noviembre 2016, en todos los casos esta zona de mínimo 320-300 dólares ha sabido contener la fuerza vendedora y desde esas instancias intenta tímidamente recuperar posiciones.
Podemos decir, entonces, que para el precio de la soja la zona de 320-300 dólares representa el principal soporte a tener presente para este commodity. En la medida en que los precios logren sostenerse por encima de esta zona, técnicamente estaremos expectantes de la posibilidad de que se consiga un piso de importancia y de que quede habilitado un movimiento de recuperación mayor hacia el próximo año 2016. Este no sólo buscaría recortar las pérdidas de los últimos meses, sino que incluso podría compensar las fuertes bajas acumuladas en los últimos años.
En relación con lo comentado, nuestra atención de corto plazo debería centrarse en la resistencia de 330-340 dólares por tonelada. Creemos que un movimiento de recuperación del commodity por encima de este valor podría indicar que ya se consiguió un importante piso para los mínimos alcanzados y que desde entonces queda habilitada la recuperación mayor hacia la zona de 380-400 dólares. Más tarde, un movimiento arriba de los 400 dólares será necesario para liberar avances más ambiciosos el próximo año.
Importante incremento de posiciones compradas de fondos especulativos
La debilidad que ha mostrado el mercado en los últimos meses, más precisamente desde el pasado mes de julio a la fecha, redujo el nivel de posiciones compradas por parte de los fondos especulativos, que pasaron de niveles netos de 115 mil contratos comprados a niveles de 17.500 contratos netos comprados. Sin embargo, en la última semana operativa, los fondos especulativos han regresado en la compra de posiciones e incrementaron la posición neta a cerca de cuarenta mil contratos.
Este accionar, asociado a una baja presión vendedora por parte del sector comercial, ayudó a elevar el interés abierto en casi cuarenta mil contratos durante las últimas tres semanas. No es un dato menor si tomamos en cuenta que el contrato de noviembre 2015, uno de los más importantes para el mercado de Chicago, ya se encuentra en su fase final.
En efecto, el hecho de que la baja del commodity haya alcanzado una zona de piso, que los comerciales hayan detenido su presión vendedora, mientras los fondos especulativos ingresan al mercado con apertura de nuevos contratos abiertos puede considerarse un indicio de posicionamiento. Esto nos inclina a pensar que estamos cerca de una salida alcista del precio de la soja, entendiendo que esta se confirmará cuando se supere la zona de 330-340 dólares por tonelada.