#NiUnaMenos: una bandera que esta vez sí nos une a todos

Victoria Morales Gorleri

Je suis feminista. Cuando muchos tipificaban que ser feminista era la quema de un corpiño, el odio al hombre o el luchar por el “derecho al aborto”, nos encontramos frente al Congreso para abrazar una bandera en común “#NiUnaMenos”. Una bandera que ésta vez sí nos une a todos y no necesariamente es del feminismo.

La sociedad adhirió a la marcha y es en ese sentido que podríamos decir que estamos realmente defendiendo así algunos valores del feminismo, pero eso de ninguna manera quiere decir que se adhiere a todos las banderas que enarbolan las feministas. Y entender esto siempre “nos costó”. Nos costaba entender que sí podíamos “adherir” a unas causas y a otras no. Porque el “feminismo” tenía guardada bajo llave “su lucha”, pero así y sin quererlo solo lograban invisibilizar temas que en realidad nos preocupan, que nos afectan a todos.

Hay muchas mujeres que sufren violencia y el 90% hemos sufrido y sufrimos cotidianamente el que algún hombre se sienta con derecho a mirarnos como a una posible posesión y nada de esto podemos ni debemos naturalizarlo.

Que esta movilización nos ayude a generar mecanismos institucionales desde el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial para prevenir, acompañar y contener a las víctimas y condenar a los culpables. Pero también que nos ayude a tomar conciencia y generar un cambio cultural en la sociedad. ¿Cómo? Tenemos el desafío social de educar a nuestros niños y niñas. El desafío es que podamos educar a mujeres fuertes y a varones que sepan respetar y valorar la riqueza de la diversidad y la complementariedad.

No formemos princesas que esperan ser rescatadas sino mujeres que luchan, que no se acobardan. No formemos varones que sienten la presión de ser héroes que enfrentan dragones para rescatar princesas​. En nuestro país, una mujer muere cada 30 horas producto de la violencia de género, un fenómeno social que no distingue nivel socioeconómico y que constituye una flagrante violación al derechos más fundamental: la vida

Esta violencia es perpetrada por la persistencia de estereotipos y prejuicios culturales que sitúan a las mujeres y a las niñas en una posición subalterna con relación al género y a los valores masculinos, provocando una realidad injusta y desigual y afectando la vida, la libertad y la seguridad de las mujeres a lo largo de todo su ciclo vital.

El desafío es social, el desafío es educar a nuestros pibes para que realmente no haya ni una menos. Por eso, siempre, hoy y maňana decimos ‪#‎NiUnaMenos.