Por: Diego Rojas
¿Cómo es el dolor cuando el dolor se introduce en el cuerpo y en el alma y desde adentro lo desgarra todo?
Es una pregunta válida, porque se sabe que ese estado de las cosas sucede.
Tal vez nadie mejor que una madre o un padre o un abuelo o una abuela de un niño que acaba de morir pueda expresarlo con la mayor de las certidumbres. Como los padres de Néstor Femenia, el niño qom de 7 años que murió debido a las complicaciones producidas por la desnutrición y la tuberculosis, luego de dos meses de internación en un hospital de la provincia de Chaco. O su abuelo. Su abuelo Hipólito Femenia fue entrevistado por el periodista Ignacio Otero, de TN, en Villa Río Bermejito, ciudad que da acceso al espeso bosque de El Impenetrable, mientras recogía agua en un balde plástico. Agua de un estanque, que luego debía ser hervida para poder ser bebible, ya que nadie le reparte agua potable a su comunidad, cuyas casas carecen de cloacas. “¿Néstor lo acompañaba a buscar el agua?”, preguntó el periodista, e Hipólito Femenia comenzó a llorar. Con un llanto intermitente y sostenido e inevitable. “Lloré porque Néstor siempre está acá buscando agua”, dijo Hipólito Femenia, hablando en presente de su nieto. “Llevaba su bidoncito”, recordó.
En enero de 2013 viajé junto a mi amigo Martín Quintana a Villa Río Bermejito. Días antes, otro niño qom había sido asesinado. Se llamaba Imer Flores. Imer tenía 12 años y murió debido a los golpes y patadas y palazos que le provocaron lesiones en el cráneo, definitivas. El niño había sido asesinado por tres hermanos criollos de apellido Franco, que fueron condenados a 20 años de prisión por homicidio simple. Su cuerpo había sido encontrado en las orillas del río, su rostro era irreconocible.
Villa Río Bermejito es un paraje silencioso, donde se concentra todo el calor en enero. Sin embargo, el calor de la tensión nunca cesa. La mitad de la población es criolla -así se conoce a la población no india en el noreste argentino-, la otra mitad es qom. Y existe un apartheid tácito que, aunque no sea dicho, es muy explícito. Al llegar, Quintana y yo fuimos recibidos por un tumulto indígena en la puerta de lo que resultó ser una posta sanitaria: acababan de atropellar a un joven qom para robarle. Lo habían dejado tirado con la cabeza golpeada a metros de la ruta. A pesar de que era la hora de la siesta, una muchedumbre se había congregado esperando noticias sobre el futuro del joven atacado. El joven sobrevivió.
No pasó lo mismo con estas otras personas asesinadas en este lustro en Chaco pertenecientes a la etnia qom:
-Juan Aguirre fue asesinado a golpes en la ruta 3, cuando llevaba dinero de las cooperativas de su comunidad el 10 de mayo de 2010.
-A fines de 2010, Alvino Claudio fue asesinado a cuchillazos por criollos que lo invitaron a una fiesta con ese fin.
-Alberto Galván, jornalero perteneciente a la comunidad de paraje El Colchón fue asesinado a tiros y arrojado a las pirañas el 21 de enero de 2011.
-Yonatan Medrano, de 16 años, fue apuñalado en mayo de 2011 por tres criollos, cuando volvía a su casa, en el paraje El Colchón. Luego de su muerte, miembros de la comunidad se dirigieron a la comisaría local para reclamar justicia, así como por el asesinato impune de Alberto Galván.
-Mártires López, dirigente de la Unión Campesina de Chaco, falleció el 14 de junio de 2011, luego de un dudoso accidente en la localidad de Pampa del Indio, cuando viajaba en su moto. López militaba en el Partido Comunista Revolucionario. El hecho se produjo una semana después del acuerdo firmado con el gobierno provincial para garantizar tierras, insumos y maquinaria para la producción agrícola de su comunidad. Sus compañeros denuncian que se trató de un atentado ya que la moto estaba intacta y la policía habría borrado pruebas del vehículo.
-En mayo de 2013, en el marco de una protesta de movimientos sociales en todo el Chaco, murió Florentín Díaz, de la comunidad qom Curushy, cuando intentó escapar de la represión policial. Entonces gobernaba la provincia el actual jefe de gabinete Jorge Capitanich.
-A principios de julio de 2013 Maximiliano Pelayo fue asesinado por unos tiros en la espalda. La policía señaló que había quedado en el fuego cruzado de un enfrentamiento de bandas. Su familia denunció que unos policías lo habían ejecutado.
-Juana Gómez fue violada y asesinada en Quitilipi. Su cuerpo apareció el 30 de julio de 2013 atado a un árbol. Todo indica que se trató de un crimen de odio.
Un odio racial que pudimos comprobar in situ junto a Quintana, quien plasmó el viaje a Villa Río Bermejito en una extraordinaria crónica que sólo puedo recomendar leer para comprender cómo en la provincia del jefe de gabinete se lleva a cabo un apartheid feroz contra los qom.
La última vez que viajé a Chaco fue en mayo de 2014. No conocía, en la capital provincial Resistencia, el barrio Toba. Queda a diez minutos del centro. Es pura pobreza y desolación. Es hacinamiento y desamparo. Y una muestra más del desentendimiento del Estado a la hora de garantizar los derechos de la etnia qom.
“Un caso aislado”, caracterizó el jefe de gabinete Jorge Capitanich al caracterizar la muerte del niño Néstor Femenia. “Es por la dejadez de la familia”, echó culpas la diputada kirchnerista Diana Conti. Dos muestras de la miserabilidad que pueden alcanzar los responsables políticos de la muerte qom. El kirchnerismo en la década ganada expulsó, mediante la expansión sojera, a los campesinos qom de sus tierras y comunidades intentando compensar tales pérdidas con algún plan de hambre. El kirchnerismo -uno de cuyos rostros visibles es Gildo Insfrán, masacrador formoseño de qoms- es responsable. Tal vez por eso prefiera desviar la discusión sobre su rol en este asunto y olvidar el dolor de los padres de Néstor Femenia, de su abuelo, de los otros niños, de las otras muertes. Néstor tenía siete años solamente, es decir, tenía toda pero toda una vida por vivir. No pudo hacerlo. El kirchnerismo es responsable.