Por: Diego Rojas
(Desde Orán, Salta). Quizás el norte del norte de la Argentina –una región de fronteras y de atrasos, de calor subtropical, de cañaverales pero también dengue- también albergue algunas de las posibilidades más modernas. El norte de la provincia de Salta podría ejemplificar la teoría del desarrollo desigual y combinado, que plantea que en la era contemporánea formas de desarrollo y relaciones sociales diferentes pueden convivir en una misma nación. Que en un mismo espacio social convivan resquicios del pasado y fragmentos del porvenir. Tal vez las horas previas al cierre de la campaña electoral salteña en Orán así lo señalen. En Salta –la más provincia más lejana del puerto histórico pero que es también la región que más conserva raigambres históricas significativas de la Argentina- se viven fenómenos interesantes.
La provincia muestra una particularidad política que produce que los partidos tradicionales no sólo disputen entre sí, sino que lo hagan juntos contra el desarrollo del Partido Obrero (PO). Las huestes del oficialista gobernador Juan Manuel Urtubey disputan la gobernación con un disminuido Juan Carlos Romero (ambos candidatos gobernaron alternadamente la provincia durante las últimas dos décadas con políticas similares –o diferentes sólo en grado). Sin embargo, como tercera fuerza, el Partido Obrero –expresión local del Frente de Izquierda- consigue diputados y senadores provinciales, concejales y hasta en 2013 ganó las elecciones legislativas en la capital salteña. El fenómeno se percibe de manera concentrada en el departamento de Orán, sede del tradicional ingenio El Tabacal.
El Tabacal es un ingenio agrícola que emplea a dos mil obreros especializados y que es la mayor concentración operaria de la región. En agosto de 2012 sus trabajadores protagonizaron una rebelión que aún hoy se recuerda. La empresa Seaboard Corporation, dueña del ingenio, venía realizando diferentes maniobras y provocaciones para estancar la discusión paritaria y propinar un golpe definitivo al Sindicato de Trabajadores del Azúcar local. El Tabacal declaró ilegales los paros, envió 60 telegramas de despidos, y hasta impugnó a los delegados. Los trabajadores salieron a la ruta y el gobierno eligió su bando desencadenando la represión policial. Pero no esperaban la respuesta popular. Miles de personas enfrentaron durante más de cuatro horas los gases, las balas de goma y las arremetidas de la caballería. La policía se quedó sin municiones, por lo que debió retroceder arrojando piedras ante la tenacidad obrera y popular. Mientras muchos se acercaban al lugar para repudiar y resistir la represión, otros realizaban un corte en solidaridad en la entrada sur de la ciudad de Orán. Un grupo de estudiantes de enfermería, que mantuvo una guardia permanente de primeros auxilios, jugó un gran rol asistiendo a los heridos, junto con las esposas de los afectados. Después de dos semanas de lock-out, la compañía tuvo que dar marcha atrás con los 57 despidos realizados en plena discusión paritaria y reabrir la planta.
A tres años del levantamiento, el candidato a la intendencia que responde a Urtubey es también el representante legal de la Seabord Corporation. A esta candidatura y a las otras de los partidos tradicionales se le opone la de Josefa Cardozo, docente, y que postula como diputado a Samuel Huerga, un periodista cuya radio dice estar dispuesta para difundir las luchas populares. Jorge Altamira, precandidato presidencial del Frente de Izquierda, llegó para acompañar el cierre de campaña de estos candidatos. Este cronista pudo observar la intensa actividad de campaña que incluyó varias reuniones con vecinos y trabajadores, una ininterrumpida maratón de participación en programas radiales y televisivos, un almuerzo con trabajadores de El Tabacal, una caravana callejera y un cierre de campaña en un acto al que asistió más de un centenar de ciudadanos de Orán –cifra elevada para una región de estas características-. La oposición entre candidatos que representan a la principal empresa de la zona y los voceros de sus trabajadores es una muestra concentrada del estado de las cosas en la ciudad y reproduce de manera intensiva las diferentes posturas de clase que se expresan en este acto electoral política en la provincia. Este domingo hay elecciones en Salta. Políticas del pasado y propuestas para el porvenir. Tendencias que anidan en un mismo cuerpo social y que se encuentran y disputan en cada cuarto oscuro de la provincia.