Radiografía de los habitantes de la superpotencia

Fabián Calle

La prestigiosa consultora de opinión Pew Research Center llevó a cabo una amplia encuesta a nivel nacional en los EEUU para evaluar la posición que según los ciudadanos americanos su país tiene en el mundo. Los resultados combinan visiones a primera vista contrastantes, pero no por ello menos interesantes al momento de evaluar a la superpotencia. El informe, que se hace cada cuatro años, se llama “El lugar de América en el mundo” y se efectúa en asociación al Council on Foreign Relations, probablemente uno de los centros de estudios sobre temas internacionales más importantes del mundo, sino el más. El muestreo abarcó a 2003 adultos y se llevó a cabo entre el 30 de octubre y el 6 de noviembre del presente año. Entre sus resultados más importantes se destacan:

  • Por primera vez en 40 años una mayoría (53 %) afirma que los EEUU ocupan un lugar de menor importante a nivel global. Hace cuatro años, esa visión era del 41 y en el 2004 sólo del 20.
  • Un 70 % asume que la superpotencia es menos respetada que tiempo atrás, sólo superada por el 71 registrado en mayo 2008 en tramo final de los mandatos de G.W. Bush.
  • Un 56 % desaprueba la forma en que Obama lleva a cabo la política exterior del país. Los casos más criticados son Siria, Irán, China y Afganistán. Sólo en la lucha contra el terrorismo, la administración demócrata tiene más apoyo que críticas (51 a 44).
  • Un 52 % preferiría que el gobierno dedicase más tiempo, energía y recursos a temas domésticos que a internacionales.
  • En contrate a lo anterior, existe un sustancial consenso en que EEUU se mantenga activo y presente en la economía global. Un 77 % dice que se deben preservar y ampliar los lazos económicos, financieros y comerciales con los otros países. Una relación de 2 a 1 es la diferencia entre los americanos que ven a la economía global como una oportunidad y no como una amenaza (66 a 25). A ello se suma un 62 que ve con buenos ojos la radiación de empresas e inversiones de empresas extranjeras en los EEUU. No obstante, un 73 cuestiona que las empresas del país aumenten su traslado al exterior.
  • En materia migratoria, un 46 % cree que la llegada de inmigrantes con habilidades y educación es bueno para la economía americana y un 43 opina lo mismo con respecto a trabajadores que llegan pero con bajo nivel de formación.
  • En materia de amenazas a la seguridad nacional americana, la mayor parte de la opinión pública no considera que Irán vaya a negociar seriamente y de buena fe su programa nuclear. Tanto los votantes republicanos como independientes asumen esta postura en porcentajes que van del 73 al 62 respectivamente. En tanto que los que suelen elegir demócratas, lo hacen en un 48 %.
  • Un 68 % de los entrevistados puso a Irán y su programa nuclear como una de las principales amenazas, manteniéndose en un nivel bastante similar a las muestras del 2009 y 2005. Sólo es superada por el terrorismo fundamentalista de Al Qaeda (75), en el mismo nivel que Corea del Norte y sus armas atómicas (68) y por encima del asenso de poder de China (54). Una amenaza no convencional que aparece en el muestreo y fuerte es la de ataques informáticos con nada menos que el 70 %.
  • En cuanto a la visión sobre países como China y Rusia, sólo un 33 y un 32 % respectivamente tienen buena opinión de ellos, lo cual no implica que sean vistos como amenazas claras y presentes. Sólo uno de cada 5 americanos ven a China así. En todo caso, un 43% considera a la potencia oriental como un problema pero no como un adversario. En tanto que con Rusia, un 18% lo visualiza como rival y un 36 como un problema. Cuando la pregunta se centra en que Estados son las más serias amenazas, Irán y China encabezan con 16 y un 7 para Corea del Norte e Irak.

Finalmente, en el listado de los temas prioritarios para la ciudadanía americana sobresalen: la protección frente atentados terroristas (83%), preservar los empleos (81%), evitar la proliferación de armas de destrucción masiva (73%), reducir la dependencia energética (61%), combatir el narcotráfico (57%), reducir la inmigración ilegal (48%), fortalecer las Naciones Unidas (37%), enfrentar los fenómenos que aceleran el cambio climático (37%), promover los DDHH (33%), ayudar países pobres (23%) y promover la democracia (18%).

Si bien las estadísticas internacionales no lo reflejan en los hechos, una porción relevante de los estadounidenses (48%) ve a China ya cómo la principal potencia economía por arriba de EEUU (con sólo el 31%). Pero cuando la consulta se orienta al poder militar, el 68% no duda en afirmar que Washington lidera el mundo en este plano y solo un 14% coloca a China en primera posición.

Otro segmento del tan completo informe fue la comparación de estas opiniones de la ciudadanía con la de 1838 miembros activos del Council on Foreign Relations, es decir, la crema del mundillo de los temas internacionales. Entre sus hallazgos más relevantes, sobresalen:

  • Los miembros del Council tiene una visión más crítica que la existente cuatro años atrás sobre la política exterior de Obama. En especial, en el manejo del caso de Siria y su efecto en la reputación de EEUU en el mundo.
  • Un 92 % asume que la población americana tiene una visión menos internacionalista que en el pasado. Al ser consultado por los motivos detrás de este hecho, destacan la fatiga de guerras como las que se dieron y dan en Irak y Afganistán (42%), la crisis económica que estalló en el 2008 (28%) y las deficiencias en varias de las intervenciones que se decidieron (19%).

Cómo reflexión final a este breve repaso de tan amplio y detallado informe, cabría reflexionar sobre el impacto que tendría si finalmente a mediados del 2014 se confirma y consolida el acuerdo transitorio logrado hace pocas semanas por la administración Obama e Irán por el programa nuclear de este último. La posición más que destacada que ocupa Teherán en las percepciones de amenaza de la ciudadanía americana y el gran escepticismo que existió y existe sobre una solución diplomática concreta, sería un logró por demás importante para los demócratas, paso que podría ser complementado por el repliegue definitivo de parte sustancial de las tropas del Pentágono del “pantano afgano” antes de finalizar antes del último tramo de la segunda presidencia de Obama. No obstante, estos potenciales logros no evitan que un candidato republicano con buenas credenciales en política doméstica, con las minorías hispanas y en temas internacionales (¿Jeb Bush?), no pueda ver con esperanza varios de los índices acá analizados, con números que distan de mostrar un respaldo y agrado mayoritario sobre lo realizado en el plano internacional a lo largo del último lustro.