Ingenieros

Jorge Castañeda

Con la reforma energética, una vez que se resuelvan los enigmas que la rodean, y con los cambios en telecomunicaciones, una vez que se conozca la legislación secundaria, es probable que llegue un importante caudal de inversión extranjera a México. Un factor adicional que impactará en el monto de los recursos transferidos al país, así como su destino preciso y su incidencia, será la demanda de mano de obra calificada que generarán, y la oferta de esa mano de obra en México. Por razones obvias, dentro de esa fuerza de trabajo, destacarán los ingenieros mexicanos que podrán aspirar a empleos mucho mejor remunerados que los que obtengan connacionales con niveles de estudio inferiores.

Felipe Calderón presumió durante buena parte de su sexenio que en México egresaban cada año del sistema de educación superior más ingenieros que en Alemania; citaba con frecuencia la cifra de 100 mil ingenieros titulados al año. Para darse una idea, la India, con sus afamados Indian Institutes of Technology, “produce” aproximadamente 450 mil ingenieros al año, con una población superior más de 10 veces a la nuestra. Estados Unidos, con una población tres veces mayor y un PIB per cápita seis veces superior al nuestro, genera alrededor de 50 mil cada año. De acuerdo con la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, el número de ingenieros graduados cada año en México es de 24 mil.

Siempre me pareció que la cifra de Calderón era exagerada, simulada o simplemente falsa. Pero no me había puesto a investigar ni siquiera mínimamente su grado de veracidad, o en su caso las razones de esas cifras de resultar ciertas.

La UNAM tituló, en 2012, a 1,037 ingenieros de 18 carreras. Del sistema Tec de Monterrey, en todos sus campus con más de 90 mil estudiantes, ese mismo año se recibieron 3,133. Del IPN se titularon 4,567. Del ITAM 63. De la Ibero 274 ingenieros. De la UANL se titularon 1,372. De la UdeG, 1,054. En Veracruz, de la UV, 1,061. En Puebla, de la BUAP, se titularon 666. Es decir, de las instituciones públicas y privadas más grandes del país, sólo egresan alrededor de 13 mil ingenieros. De ser cierta la cifra, de las otras instituciones de educación superior se tendrían que titular casi 87 mil ingenieros al año, y simplemente no dan las cuentas.

La ANUIES publica la cifra en su Anuario Estadístico de Población Escolar en la Educación Superior de alrededor de 45 mil ingenieros titulados en 2012. Ya es una cifra significativamente menor a la de Calderón. Pero esta cifra aglutina subconjuntos que no necesariamente corresponden a la definición de ingeniería en la India, Alemania o Brasil. Por ejemplo, en la Universidad Tecnológica del Valle de Toluca, existe la carrera en ingeniería en negocios y gestión empresarial; en la Universidad Tecnológica de Querétaro existe la carrera en ingeniería en innovación y desarrollo empresarial; y en la Universidad Iberoamericana la carrera en ingeniería de negocios.

Muchas de las empresas extranjeras que vienen a México ya desde ahora, por un lado, se sorprenden de la calidad, la seriedad, el profesionalismo y la dedicación de los buenos ingenieros mexicanos, es decir, de aquellos egresados de buenas universidades o facultades de ingeniería. Es muy difícil saber cuántos son. Pero también hay muchas empresas que vienen a México y que se quejan de la insuficiente preparación y del número exiguo de ingenieros titulados contratables para puestos que serían ocupados por ingenieros de los países de origen de dichas empresas. No sé cuántos ingenieros de verdad, es decir, competitivos, bien formados y susceptibles de ocupar puestos en el sector público o privado, nacional o extranjero, produzcamos en México cada año. Sí sé, de acuerdo con la ANUIES, cuántos producen las instituciones públicas y privadas de calidad: la cifra que ya dimos. No excluyo que haya otras instituciones igualmente buenas pero carentes del prestigio de las citadas, que titulen a un número adicional de ingenieros, pero entre 13 mil de las instituciones más importantes y los 100 mil de Felipe Calderón hay una gran diferencia.