Por: Mariano Carpineti
El Gobierno nacional busca mantener dentro de ciertos límites el tipo de cambio blue o no oficial y el contado con liqui. La idea es muy tentadora para el oficialismo: terminar el mandato teniendo control sobre ambos tipo de cambio es un objetivo que la actual administración busca de forma permanente.
En este sentido, el Gobierno llegó a desplegar en las semanas pasadas a la Gendarmería como medida intimidatoria hacia todos aquellos que querían intercambiar dólares en el mercado informal. Asimismo y con la misma finalidad, intentó esta semana, mediante la resolución 646 de la Comisión Nacional de Valores (CNV), mantener el control sobre el tipo de cambio contado con liquidación. La resolución cambia las reglas de juego una vez más y obliga a los fondos comunes de inversión a valuar los bonos y las acciones dolarizados al tipo de cambio oficial, lo que representa una caída importante en el valor de su cartera.
La reacción de los mercados no se hizo esperar y rápidamente, a horas de conocerse informalmente la resolución de la CNV, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires comenzó una espiral descendente que ya lleva 5 días. Ayer los mercados se desplomaron como días anteriores, arrastrados principalmente por la caída de los bonos soberanos que los fondos tenían en cartera e intentan desprenderse. La pérdida registrada por estos bonos es del entono del 16 % en esta espiral y lo gracioso es que, al mismo tiempo y por la misma resolución, debilitaron el valor de cartera de bonos que el propio Gobierno tiene en cartera en diferentes organismos, como pueden ser Anses y Banco Nación.
Como dijimos anteriormente, la finalidad atrás de la resolución no es más que la de mantener el tipo de cambio dentro los límites que el Gobierno quiere. Pero aparte de hundir el mercado financiero en la incertidumbre, el tipo de cambio blue no atenúa su carrera hacia la barrera de los 16 pesos por dólar. Mientras tanto, el contado con liqui y el dólar bolsa quebraron esta semana la barrera de los 13 pesos. Así, el contado con liqui alcanzó los 12,86 pesos por dólar, mientras que el MEP alcanzó los 12,94 pesos por dólar.
Al mismo tiempo, el dólar oficial cerraba su operación ayer con una tendencia positiva, tocando los 9,47 pesos por dólar, mientras que en la City, los bancos cerraban operaciones entre 9,40 y 9,60 pesos por dólares.
Ahora, ¿sirvió para algo la resolución de la CNV? La verdad es que si uno analiza los eventos de estos días, podría decir que no, ya que si bien el contado con liquidación bajó y el MEP también, parece que la presión alcista sobre el tipo de cambio blue aumentó, lo que lo llevó a la línea de los 16 pesos por dólares.
Entonces, ¿qué cabe esperar en los próximos días? Por un lado, si el Gobierno insiste en publicar la resolución y ponerla en vigencia, los fondos seguirán desasiéndose de los bonos soberanos nominados en dólares que estos tienen y se va a ver una fuerte retracción en la operación de estos bonos en el futuro. Al mismo tiempo, se verá un fuerte cambio en la cartera de los fondos comunes de inversión, lo que producirá en el corto plazo una suspensión en la suscripción de nuevos capitales en los fondos de inversión afectados por la resolución.
También es cierto que si uno tiene un perfil no averso al riesgo a la hora de realizar inversiones financieras y que si se publica la resolución finalmente en el Boletín Oficial, uno puede hacerse de bonos baratos y esperar que el año que viene el próximo Gobierno arregle con los fondos buitre y por lo tanto vuelva al mercado de capitales internacionales, lo que puede hacer que los bonos recuperen parte del valor perdido.
Por el contrario, si realmente el Ministerio de Economía da marcha atrás con la resolución, se va a producir una sensación de alivio, pero al mismo tiempo se va a producir una carrera para hacerse con bonos que hoy están en un precio bajo y que tienen un rendimiento alto, lo que hace tentadora la idea para hacerse con un margen de ganancia en el corto plazo o incluso de rearmar una cartera con títulos en dólares. Cabe recordar que muchos inversores buscaron en estos títulos cubrirse del riesgo del cambio de Gobierno o conseguir dólares a un tipo de cambio más bajo que el blue. Lo que sí, si se da marcha atrás, su demanda crecerá rápidamente.