Por: Mariano Carpineti
En los últimos días, el dólar volvió a acaparar la atención de todos en el mercado. Si bien no tuvo grandes sobresaltos durante el primer mes del año, el incremento en el tipo de cambio se intensificó en las últimas horas.
Durante el mes de enero del corriente año y luego de la salida del cepo, el dólar se devaluó aproximadamente un 6%, situación que se aceleró durante febrero, donde hubo un incremento en un 12% debido a diversas causas coyunturales.
Ante el aumento del tipo de cambio, en las últimas horas, el Banco Central (BCRA) comenzó a operar en el mercado con la finalidad de contener el alza. De hecho, tuvo “una posición vendedora de 119 millones de dólares durante el día martes” y, de la misma manera, el día miércoles volvió a operar para empujar al tipo de cambio a la barrera de los 15 pesos por dólar.
Por otra parte, y dentro de la política de realinear los saldos monetarios dentro de los objetivos establecidos, el Banco Central volvió a emitir Lebacs (son letras del BCRA de corto, mediano y largo plazo y que licita la autoridad monetaria todas las semanas) por un importe de 32.849 millones de pesos. Al mismo tiempo, convalidó incrementos de tasas de entre 0,50% y 1%; de esta manera, busca atesorar pesos y mermar la presión sobre el tipo de cambio.
Ahora, ¿quince es el objetivo? Aparentemente sí (hablo de aparente, porque no existe un anuncio oficial de la autoridad monetaria con respecto al tipo de cambio objetivo). De hecho, en los primeros días del mes, el BCRA no se movió con la finalidad de mantener la escalada del dólar (dejó todo en manos del mercado) y recién cuando el tipo de cambio se acercó a la barrera de los 16 pesos por dólar, el BCRA actuó y contuvo la embestida con las medidas anunciadas anteriormente.
El incremento en el tipo de cambio parece haberse frenado y, de hecho, se acerca de nuevo a los 15. Con lo que surge la pregunta sobre si la economía puede funcionar con un tipo de cambio en ese valor.
Ya a un nivel de 13 pesos por dólar teníamos industriales que decían que con ese tipo de cambio no se podía producir, ya que no se encontraba margen de rentabilidad. Esto se hace sentir fuerte en el interior, donde las economías regionales no pueden comercializar sus productos con mínimos márgenes de rentabilidad. Incluso, esto pudo verse hace muy poco, cuando los productores de manzanas del valle de Río Negro preferían tirar las manzanas (aun peor, no recolectarlas de las plantaciones), ya que no dejaba ganancia alguna.
En 15 la cosa no cambia mucho, de hecho, es sólo una corrección del tipo de cambio de apena el 7% y con un incremento de precios fuerte es de esperar que en el corto plazo nos quedemos retrasados rápidamente, si no se corrige el problema inflacionario.
La escalada del dólar a 16 no parece haber sido única, el BCRA sólo reaccionó por una situación coyuntural y momentánea. Es de esperar que si la inflación no corrige su rumbo, el tipo de cambio siga su curso. No creo que el tipo de cambio se incremente rápidamente en los próximos meses, pero seguro va a pasar que veamos microcorrecciones que permitan que no se atrase. De hecho, creo que llegó a 16 para quedarse.
Como conclusión, podemos decir que las claves son dos. La primera y principal es la generación de dólares que permita incrementar las reservas para así mantener el tipo de cambio. Sin dudas, estas reservas se van a generar por las intervenciones del BCRA en el mercado. Las reservas cerraron ayer en 28.857 millones de dólares. Si bien desde diciembre las reservas crecieron como consecuencia de los acuerdos internacionales, en lo que va del año 2016, se perdieron 1.214 millones de dólares.
La segunda y no menos importante es la inflación. Si la inflación acompaña la corrección del tipo de cambio, nos habremos quedado cortos en la corrección rápidamente. Si, por el contrario, la inflación logra ser detenida, sin duda habremos hecho bien la labor.
Yo creo, y aun a costa de desacelerar la economía, que el aumento de las tasas quedó corto y que el incremento no logró secar la plaza de pesos, por lo que, a menos que se tenga otra medida bajo la manga, alcanzamos los 16 y nos vamos a quedar en las cercanías de este número por un tiempo.