Por: Walter Schmidt
El adelanto de la campaña electoral, prevista formalmente para mediados de 2015 pero que durante todo el 2014 fue presentando a los principales candidatos, se convirtió en un dolor de cabeza para la presidente Cristina Fernández.
Si bien luego de la derrota en las elecciones legislativas del 2013, que enterraron cualquier posibilidad de re-reelección de Cristina Fernández, muchos sectores de la oposición pensaron que el oficialismo o el peronismo oficialista estaba terminado, la realidad viene demostrando que no es así.
Si bien este año comenzó con un Daniel Scioli como el principal competidor oficialista en tercer o cuarto lugar en la mayoría de las encuestas, sobre el fin del año el gobernador bonaerense culmina peleando cabeza a cabeza con Mauricio Macri o, en el peor de los casos, con Macri y con Sergio Massa.
¿Cómo puede hacer Cristina Fernández para no respaldar la candidatura de Scioli?
Si la Presidente optara, como aspiran muchos precandidatos del Frente para la victoria como Florencio Randazzo, Sergio Urribarri, Julián Domínguez o Agustín Rossi, por elegir un candidato “mas kirchnerista”, que no sea el bonaerense, estaría dejando de lado al candidato que mas mide en cualquier encuesta. ¿Cristina puede darse el lujo de apostar a perdedor? A esta altura, no.
Pero además, un gesto de Cristina contra el mandatario bonaerense, a quien sus pares de otras provincias aceptan como el principal aspirante del oficialismo a la Casa Rosada, hoy sería boicotear la principal carta que tiene el peronismo para continuar siendo gobierno mas allá del 2015. Difícilmente los gobernadores peronistas que planean retener sus provincias, así como los intendentes de todo el país, aceptarían una jugada, por más que venga de la jefa de Estado, que haga correr riesgo su permanencia en el poder.
Tal vez la decisión mas acertada que debería tomar la primera mandataria sea la de levantarle la mano al vencedor de las internas del Frente para la Victoria, sin tallar a favor de uno u otro postulante.
¿Es posible para la Presidente y para el kirchnerismo encorsetar a Scioli?
La fantasía política sostiene que Cristina podría designarle a Scioli su compañero de fórmula, alguien de paladar negro, así como nombrarle la totalidad de la lista de legisladores nacionales. No obstante, es sabido, el rol del vicepresidente en la Argentina es meramente decorativo y protocolar. En lo que hace al ejercicio del poder, un vicepresidente puede estar o no, da lo mismo. Si no, habría que preguntarle a Amado Boudou, sin quien la Presidente puede gobernar el país, tranquilamente.
Ya hubo un intento de Cristina Fernández de nombrarle a Scioli un comisario político en la provincia, tal como ocurrió con Gabriel Mariotto, a quien designó candidato a vicegobernador de prepo, sin consultar a Scioli. ¿Qué pasó? Mariotto hoy es uno de las principales espadas sciolistas en la provincia.
La misma fantasía habla de hacer ingresar al Congreso Nacional a dirigentes que respondan a Cristina Fernández cuando haya dejado el poder, de manera tal de mantener latente al kirchnerismo. ¿Es necesario explicar que los diputados responden al partido y ese partido en la mayoría de las veces responde al Presidente?¿Acaso no ha pasado ya, en la reciente historia argentina, que la lapicera del Presidente es mas fuerte que cualquier liderazgo ideológico?
La suerte de Scioli podría estar en manos del radicalismo. El frente UNEN está prácticamente destinado al fracaso como tal si participa con la integración de fuerzas que hoy presenta. Su principal candidato, que según la encuesta varía entre Julio Cobos y Hermes Binner, no supera el 7 u 8 por ciento de los votos.
Tal como lo plantean algunos dirigentes, la única manera que UNEN pueda aspirar a la Presidencia sería estableciendo alguna alianza con otros referentes opositores como Macri y/o Massa. Si la UCR decidiera, unilateralmente, establecer un frente con el PRO o el Frente Renovador, automáticamente ese espacio pasaría a pelear el primer lugar con el gobernador bonaerense.
¿Está el radicalismo en condiciones de romper con UNEN? En marzo próximo, inevitablemente la UCR se reunirá para analizar el escenario electoral. Las opciones, proyectadas en el tiempo, serían permanecer en UNEN pero sin ninguna posibilidad de llegar a la Casa Rosada mas que ganar algunas provincias o bien establecer algún frente con otras fuerzas.
Obviamente, la segunda decisión haría volar por los aires al frente de centro-izquierda, ya que tanto los socialistas de Binner, como Proyecto Sur de Pino Solanas dejarían el espacio. Aunque Elisa Carrió podría mantener sus pies adentro, si la sociedad se establecer con el PRO de Macri.
Lo único claro a esta altura es que tres candidatos por la oposición –Macri, Massa y Cobos o Binner- es demasiada ventaja para el Frente para la Victoria, Peronismo oficialista o como se llame, que viene ratificando en cada encuesta que se hace, que contiene alrededor de un 30 por ciento de adhesiones y que, de ninguna manera, eso se traduce en que el principal referente opositor recaudaría automáticamente el 70 por ciento restante. Sencillamente porque Scioli, para mucha gente, no es considerado un kirchnerista, sino como él mismo se definió recientemente: peronista, cuyo partido es el núcleo del Frente para la Victoria.