Por: Walter Schmidt
La pelea por la Presidencia que vienen polarizando Daniel Scioli y Mauricio Macri no logró plasmarse en ninguna de las dos elecciones provinciales que se celebraron ayer, en Río Negro y en Santa Fe.
Macri sigue sin reflejar su potencial electoral y el kirchnerismo refleja altibajos en los comicios locales.
En Río Negro, el candidato proclamado públicamente sciolista y que contó con el respaldo y campaña de la presidenta Cristina Fernández, fue duramente derrotado, por casi 20 puntos por un Alberto Weretilneck, que despegó a tiempo su candidatura del paraguas a nivel nacional de Sergio Massa y provincializó los comicios.
Además de vencer a Cristina y a Scioli, Weretilneck, quien no había sido elegido gobernador sino vice, y asumió en el Ejecutivo rionegrino tras la muerte de Jorge Soria, también clausuró la cerrera por la gobernación de Pichetto, quien admitió que este fue su útlimo intento.
El reves del kirchnerismo no fue tan contundente en Santa Fe donde Omar Perotti, que siempre aclaró que es peronista y no reparte elogios ni mucho menos hacia el gobierno nacional, hizo un excelente papel al quedar relegado a un tercer lugar en las PASO de abril pasado y sin embargo crecer casi 8 puntos, quedando a menos de dos puntos de los primeros lugares ocupados por Miguel Lifschitz y Miguel Del Sel.
Obviamente un tercer lugar, por más que sea con resultados provisorio y a pocos votos de los primeros puestos, no es motivo de festejo. De ahí el silencio tanto de Scioli como de los integrantes del gobierno nacional.
Del otro lado, quien se quedó sin un festejo que parecía asegurado fue Macri, quien viajó a Santa Fe para levantarle la mano a Del Sel y manifestar que “el cambio es irreversible”, pero terminó criticando al oficialismo santafesino por proclamar un triunfo y asegurando que el verdadero ganador era el ex Midachi.
Macri comenzó a descubrir que no será sencillo replicar con hechos, con elecciones provinciales ganadas, su presunto liderazgo opositor o, en todo caso, sus reales chances de vencer el Frente para la Victoria.
Hasta el momento, el postulante del PRO no pudo capitalizar las elecciones provinciales de Salta, ni de Chaco -donde la candidata Aida Ayala fue vapuleada en la interna- ni de Santa Fe, anoche. Por delante quedan Córdoba, donde hasta ahora las encuestas dan claro ganador al delasotista Juan Schiaretti y la Ciudad e Buenos Aires, que le daría un respiro.
Está claro que los comicios provinciales no son trasladables a la experiencia nacional. En 2011, el kirchnerismo predió los comicios distritales en Córdoba, Santa Fe y Capital Federal. Sin embargo, Cristina Fernández terminó vapuleando a los candidatos presidenciales opositores Hermes Binner, el propio Macri que se bajó y Eduardo Duhalde, sacando el 54,11 por ciento de los votos.
“La elección presidencial es otra cosa, pero si tu principal rival, Scioli, marcha primero en las encuestas, tenés que demostrar que podés ganarle“, razonó un sexagenario dirigente peronista, con varias batallas electorales a cuestas.
Casi fuera de la discusión o, como aseveró el fin de semana, “estamos terceros”, Sergio Massa estuvo ausente del fin de semana de elecciones, y su candidato, Oscar “Cachi” Martínez apenas reunió el 3,66 por ciento de los votos, mientras que en Río Negro Weretilneck, que se había declarado massista tiempo atrás, se desligó del Frente Renovador cuando se enteró de la caída en las encuestas del ex intendente de Tigre.