Por: Gabriel Solano
El fallo de la Corte Suprema que declaró la inconstitucionalidad de la elección popular de 12 de los 19 miembros del Consejo de la Magistratura asegura que la elección popular de consejeros contradice la “independencia del Poder Judicial”. La afirmación es por lo menos curiosa, porque hasta la reforma constitucional del año 1994 los jueces eran nombrados por el Senado, a partir de una terna propuesta por el Ejecutivo. Con la creación del Consejo de la Magistratura -concebido para ‘despolitizar’, precisamente, esos nombramientos-, las cosas siguieron más o menos igual. El kirchnerismo, de hecho, nombró a centenares de jueces de su riñón político, dado que el Senado y el Poder Ejecutivo siguieron interviniendo en la elección de los jueces.
La decisión de la Corte Suprema se produce en el marco de un cambio de frente de los capitales que acompañaron a los K. A Repsol, Eskenazi, Vale do Rio Doce, El Tejar, el Banco Macro y se le suma la UIA, con la incorporación de De Mendiguren, un vocero de Techint, a la lista de Sergio Massa. En este marco debe entenderse el choque del gobierno con la Corte nombrada por Néstor Kirchner. Alberto Fernández acaba de explicar que eso ocurrió luego de que el gobierno obtuviera el compromiso de los nuevos jueces supremos con la legalización de la pesificación asimétrica establecida en 2002.
La reacción de Cristina Kirchner ante el fallo debe ser entendida como un hábil gesto de propaganda, para encubrir la complicidad de la Justicia con la legión de kirchneristas (incluida su propia familia) acusados de fraudes, estafas, coimas e incluso del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra.
¿Qué hará la Corte Suprema con la desinversión que el Grupo Clarín debería ejecutar de acuerdo con la ley de medios? Lo más probable es que declare la vigencia de esta norma, aunque con la salvedad de otorgar al pulpo un tiempo considerable para consumarla. La desinversión de Clarín se convertirá, en este caso, en unos de los puntos de la campaña electoral. Las legislaturas de la Ciudad y Córdoba ya se pronunciaron por la defensa de Clarín.
La Justicia no es independiente de los intereses del capital y del Estado, de ninguna manera. Cuando irrumpe una controversia sobre esto, es que se está desarrollando una crisis política de conjunto.